La Iglesia de Santa de Ana de Carmona (declarada BIC en 1978) forma parte del conjunto de grandes edificios religiosos del municipio con origen en el s. XVI; y supone el principal elemento conservado del antiguo convento de Santo Domingo.

Se trata de una iglesia de una sola nave, con planta de cruz latina; edificada ex novo con lenguaje gótico-mudéjar que la diferencia de los tipos parroquiales intramuros de la ciudad.

A lo largo del s. XVI se añade una gran Capilla de planta cuadrada y durante el s. XVII el camarín de Nuestra Señora de Rosario.

Tras el terremoto de Lisboa en el S. XVIII se actúa en la nave principal colocando una bóveda encamonada, con lunetos, arcos fajones y una gran cornisa, que ocultan la armadura mudéjar original.

De 1837 a 1975 se instala el primer cementerio civil de Carmona sobre los restos del monasterio de Santo Domingo, quedando la iglesia reservada a oficios fúnebres.

A partir de 1975 el recinto queda en desuso y en 1987 se desploman las dos cubiertas (mudéjar y barroca) y se procede a su reconstrucción con armadura metálica que recupera la volumetría original mudéjar.

En 2009 el desarrollo urbano local coloca la iglesia como parte un solar de 4755 m² destinados a Servicios de Interés Público y Social peatonalizando la C/ Camino de Marruecos (norte) y realizando la apertura de un nuevo vial: C/ Democracia (sur).

Desde 2012 el Excmo Ayuntamiento de Carmona, como propietario del edificio, se fija el propósito de la recuperación de este edificio, con el propósito de incorporar a la oferta turística del entorno un espacio con capacidad para albergar eventos culturales, así como programas de congresos.

El estudio previo del edificio ha permitido establecer una secuencia edilicia y una identificación de elementos patrimoniales muy exhaustiva, derivando en un esquema de recuperación patrimonial muy definido.

Por otra parte el programa de usos planteaba obtener un espacio versátil con capacidad para albergar más de 250 espectadores sentados y hacerlo compatible con un recinto de exposiciones.

El proyecto recupera la calidad arquitectónica del espacio interior con:

-la reapertura de huecos en las fachadas sur y oeste;

-la renovación del suelo, que incorpora el desarrollo del grueso de las instalaciones;

-la ejecución de un nuevo techo técnico de la nave principal compatible con los resto de la bóveda encamonada y elementos del s. XVIII.

-la recuperación de la relación espacial de la nave principal con la capilla del XVI y la antigua sacristía.

En la antigua portería se liberan los arcos enmarcados en alfiz y se materializa una subida al coro de la iglesia.

Los restos de la antigua sacristía se incorporan a la reconstrucción del volumen original de este edificio, con un lenguaje y materiales absolutamente actuales.

En el extremo sur de la fachada oeste se ejecuta un edificio de dos plantas en acero y vidrio, que enmarca la entrada sur junto al volumen de antigua portería; y pone en relación un arco del convento con los restos de un muro conservado en esta zona. También en la zona oeste se ha ejecutado un pórtico de hormigón armado, a modo de Loggia, que conecta el nuevo edificio con la antigua sacristía y permite mejorar la composición arquitectónica de la fachada oeste.

Los materiales y técnicas utilizadas han tenido el propósito de ensalzar los valores patrimoniales este extraordinario edificio, incorporando los servicios y comodidades propias del momento actual, haciendo compatible el nuevo periodo de vida del edificio con los elementos que definen sus etapas de máximo esplendor, sin olvidar conceptos tan actuales como la sostenibilidad y el medio ambiente, que han permitido la conservación de una colonia de cernícalo primilla que habita en los muros de esta iglesia desde hace siglos.

Las obras se iniciaron en junio de 2019, quedando finalizadas en agosto de 2021. Viéndose inmersas de lleno en el desarrollo de la pandemia por Covid-19, que ha obligado a enormes esfuerzos de adaptación, gestión y reinterpretación de los modelos anteriores de trabajo.

El proyecto de rehabilitación de la Iglesia de Santa fue asignado a la empresa SODECAR S.A. mediante una encomienda de gestión del Excmo. Ayuntamiento de Carmona, que financió las obras con fondos propios y ayudas estatales (1’5 % Cultural) y europeas (fondos EDUSI).

En el apartado técnico hay que destacar la coordinación realizada para incorporar la carga de instalaciones necesaria para un edificio cultural-docente del s. XXI en el marco de la puesta en valor de un edificio que es Bien de Interés Cultural.