La Agencia de Vivienda y Rehabilitación tiene entre otras muchas competencias estatutarias la promoción de vivienda protegida, el desarrollo de suelo para vivienda protegida y la administración del parque público residencial de la comunidad autónoma. Solo desde el año 2.000, AVRA ha promovido más de 17.000 viviendas protegidas y suelo residencial para cerca de 60.000 mil viviendas. Además AVRA es titular de un parque de 49.058 viviendas en alquiler distribuido en las ocho provincias andaluzas.

Constatado el interés del mercado privado por la promoción de vivienda y la necesidad de vivienda nueva a precio asequible a disposición de la ciudadanía (necesidad constatada con los Registros municipales de demandantes), se vienen explorando desde AVRA fórmulas de colaboración público-privada que permitan la suma de recursos y la multiplicación de resultados.

Entre esas fórmulas, destaca el Programa de Impulso a la Promoción de Vivienda a Precio Asequible mediante Permuta de Suelos por Viviendas Resultantes, una iniciativa pionera en España que ha sido bien acogida por el sector de la promoción residencial privada. El programa persigue un doble objetivo: por una parte, AVRA pretende dinamizar la venta de sus activos de naturaleza residencial protegida, lo que generaría un beneficio a las arcas de la Agencia. Y por otro lado, con ello se quiere animar la acción de los promotores privados, poniendo a su disposición suelo en unas condiciones sin duda más favorables que las que ofrece el mercado, por las razones que se detallan a continuación.

La propuesta se resume en la puesta a disposición de los promotores de suelos ya preparados para edificar, que deben destinarse a la construcción de viviendas a precio asequible, parte de las cuales pasan a ser titularidad de AVRA una vez construidas, a cambio del suelo cedido. La permuta de suelo por viviendas resultantes permite al promotor acometer la actuación de inmediato, ya que las parcelas seleccionadas cuentan con proyecto aprobado y licencia de obras y calificación provisional. Este planteamiento evita al promotor la inversión necesaria para la compra del suelo, por una parte, y le permite acortar los plazos al encontrar ya realizados trámites administrativos que a veces se prolongan excesivamente en el tiempo.