LIFE REUSING POSIDONIA es un proyecto de Adaptación al cambio climático en la categoría de Gobernanza Ambiental, promovido por el IBAVI y la DG de Energía y Cambio Climático de las Islas Baleares, financiado por el programa europeo LIFE + para proyectos de conservación de la naturaleza. El objetivo es ofrecer datos contrastados a las administraciones con competencias para regular la reducción del impacto ambiental en el sector de la edificación.

Los datos se han obtenido evaluando un edificio piloto de 14 viviendas de protección pública en régimen de alquiler donde se han ensayado fórmulas para reducir la huella ecológica de los edificios y se ha monitorizado su buen funcionamiento con la colaboración de la Universidad de las Islas Baleares.

Los objetivos a cumplir son los siguientes:

1. Reducir:

— 50% de emisiones de CO2 durante la construcción del edificio (límite máximo: 564.085 kg/CO2).

— 75% de energía útil durante la vida útil del edificio (consumo máximo: 15 kWh/m²/año).

— 60% de consumo de agua (límite máximo 88l/persona y día).

— 50% de producción de residuos (límite máximo: 35,18 t)

2. Demostrar la viabilidad de utilizar los siguientes productos propios de la arquitectura tradicional mediante los ensayos correspondientes:

— Aislamiento de hoja seca de posidonia oceánica (λ<0,045 W/mk).

— Resistencia del hormigón de cal en masa tipo NHL-5 como solución estructural (resistencia mínima a compresión: 5 kN/m).

3. Determinar el coste unitario real de una promoción de viviendas pluri-familiares que cumpla con todos los requisitos anteriores, con un sobrecoste inferior al 5% en comparación con una promoción equivalente del IBAVI que cumpla la normativa vigente. Se debe tener en cuenta que la doble insularidad de Formentera incrementa en un 30% adicional todos los precios, según informe del Consell de Formentera y que se ha aplicado en esta obra.

4. Promover y fomentar el cumplimiento de los puntos anteriores en la arquitectura.

El proyecto vincula patrimonio, arquitectura y cambio climático, y demuestra que la utilización de los sistemas y materiales de la arquitectura tradicionales permiten ahorrar más de un 60% de emisiones incorporadas de CO2 durante la construcción de las obras en comparación con un edificio convencional. A nivel de materiales, destaca la recuperación de la Posidonia oceanica seca como aislamiento térmico, solución propia de la arquitectura tradicional, para promover la utilización de esta planta protegida siempre y cuando se haga de forma adecuada sin afectar el ecosistema dunar, y nos recuerda que NO HABITAMOS UNA CASA, HABITAMOS UN ECOSISTEMA.

El edificio es de clase energética A. Todas las viviendas disfrutan de ventilación cruzada orientada hacia los vientos dominantes (brisa marina N y E) y grandes vidrieras para calentar en invierno, dotadas de vidrios bajo emisivos y protecciones solares. Todas las viviendas tienen dos dormitorios y sala de estar-cocina-comedor con doble orientación.

La estructura es de muros de carga con zapatas de cal en masa sin armar y forjados de madera laminada. La organización de los espacios y las decisiones formales son el resultado del conocimiento de las ventajas y las limitaciones de los materiales, que por ser naturales son más frágiles. Esta fragilidad se convierte oportunidad de diseño.