Las actuaciones que se presentan están realizadas sobre edificios pertenecientes al parque público de viviendas que gestiona AVRA y forman parte (o son un ejemplo) de las actuaciones en materia de sostenibilidad, eficiencia, y rehabilitación energética que se desarrollan en la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía a través de varias líneas. Por una parte, a través de la propia rehabilitación energética de los edificios pertenecientes al parque público que gestiona AVRA y por otra, y en paralelo, a través de otra línea más vinculada a la investigación, desarrollo de soluciones innovadoras, sostenibles y eficientes en rehabilitación y análisis y evaluación de resultados, que se lleva a cabo en colaboración con Universidades y equipos de investigación. Concretamente, estas actuaciones se acogen al Programa de rehabilitación energética del parque público residencial del Plan de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía 2016-2020, para viviendas de titularidad de la Comunidad Autónoma de Andalucía y son un ejemplo por tratarse de actuaciones integrales que incorporan sistemas de monitorización y control de calidad, sobre las que se aplican soluciones innovadoras desarrolladas en colaboración con equipos de investigación que evolucionan en las siguientes actuaciones en la que se utiliza. A cargo de este programa, desde 2016 hasta el presente, se han programado 45 actuaciones que incluyen 2791 viviendas en las 8 provincias andaluzas con una inversión prevista total de 28,2 M euros (80% financiación FEDER OT4).

Hay varias circunstancias a destacar. Por una parte, en el caso de la rehabilitación energética de edificios con población desfavorecida y en algunos casos en situación de vulnerabilidad social, se ha detectado la falta de investigación de soluciones constructivas de bajo consumo energético y la escasa difusión de experiencias en rehabilitaciones energética, así como la falta de hábitos de los residentes en relación con el ahorro energético y la falta de conocimientos en la utilización y optimización de las mejoras energéticas y técnicas introducidas en las actuaciones de rehabilitación. Y por otra parte, el parque público residencial de la Junta de Andalucía, gestionado por AVRA, está formado por 74.707 viviendas protegidas, de las cuáles, 49.801 son en arrendamiento y 24.906 en régimen de compraventa y acceso diferido. Dichas viviendas están repartidas entre 574 municipios de las 8 provincias andaluzas en las que habitan más de 350.000 personas. Es esta heterogeneidad, volumen y diversidad lo que constituye una muestra riquísima sobre la que actuar dotando a AVRA de una oportunidad y un reto para mejorar la edificación, investigar soluciones, aplicarlas, y analizar los resultados obtenidos de cara a mejorar la calidad de vida, el confort y la habitabilidad de los residentes impulsando así un cambio hacia formas más justas y sostenibles en construcción. En este sentido, la sostenibilidad en el uso y mantenimiento de los edificios constituye también una prioridad para AVRA.

La conjunción de todas estas circunstancias han contribuido a que AVRA apueste por la mejora y desarrollo progresivo de soluciones e intervenciones en materia de eficiencia energética y por el uso cada vez mayor de medidas innovadoras en este tipo de edificios, bajo el acompañamiento de estos equipos de investigación. Todas estas soluciones son proyectadas, analizadas y evaluadas desde el punto de vista de la sostenibilidad, incluyendo elementos innovadores de alta eficiencia energética y bajo mantenimiento (eco-aislamientos, instalaciones solares térmicas para ACS, sistemas de cubiertas ventiladas o equipos para ACS de muy alto rendimiento). Igualmente incorporan sistemas de monitorización y control de calidad que permiten la optimización en el uso de la energía y funcionamiento del edificio, contemplando de esta manera soluciones integrales y sostenibles también desde el punto de vista del uso y mantenimiento por parte de los usuarios de las viviendas y edificios. Las actuaciones así, se transforman en pilotos sobre los que se analizan los resultados y se comparan para comprobar su efectividad, y viabilidad permitiendo de esta manera generar e investigar nuevos modelos que sean replicables y transferibles a otros casos.

Entre estas actuaciones se encuentran los dos casos que son representativos de este hecho:

1) CASO 1. DEL AISLAMIENTO CONVENCIONAL AL USO DE ECO-MATERIALES. Rehabilitación de las Fases 3 y 4 del ARRU El Rancho en Morón de la Frontera (Sevilla).

2) CASO 2. LA CUBIERTA ACTIVA. Rehabilitación de 14 bloques en Mengíbar (Jaén) y del Núcleo Guadalquivir 1 en Camas (Sevilla).

En el caso 1) Rehabilitación de las Fases 3 y 4 del ARRU El Rancho en Morón de la Frontera (Sevilla), las actuaciones tienen un carácter integral. En ambos casos se dan dos tipos de intervenciones, las de carácter pasivo, sobre la envolvente del edificio y las de carácter activo, en este caso de muy bajo consumo, como es la instalación solar térmica para generación de agua caliente sanitaria.

En ambos casos, las intervenciones sobre la envolvente son similares, aunque en la Fase 3 se coloca un Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE) cuyo sistema aislante de planta baja y primera se consigue con la colocación de paneles rígidos de EPS de 60 mm y en la Fase 4, en lugar de emplear paneles rígidos de EPS como material aislante, se emplean paneles rígidos de corcho natural de 60 mm, intentando así avanzar en el uso de nuevos materiales, en este caso eco-materiales y asumiendo así AVRA el papel de ejemplarizante en cuanto a la apuesta y uso de soluciones innovadoras en sus intervenciones.

Como medidas activas, en ambos se contempla la instalación solar térmica para generación de agua caliente sanitaria. En el caso de la fase 3, se ha recurrido a un sistema de alto rendimiento para compensar la orientación de los captadores que no es la más favorable, ya que las necesidades de integración, especialmente la del campo de captadores en cubierta y los depósitos de intercambio y acumulación han condicionado la instalación. En cuanto a la instalación solar térmica de la Fase 4, en el proyecto original de las viviendas, ya se les dotó con instalaciones solares térmicas para la producción de ACS en cada vivienda resueltas con soluciones individuales de un captador solar y un interacumulador con funcionamiento por termosifón. Por ello, se ha implantado una instalación solar térmica, individual por vivienda, que cubra al menos, el 60% de la demanda de ACS de las viviendas. De esta manera, cada vivienda tiene previsto un calentador solar de agua constituido por un nuevo equipo solar térmico y por un equipo auxiliar existente.

Los edificios se han sometido a un plan de ensayos específicos para actuaciones de eficiencia energética, llevados a cabo por los laboratorios de la Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio antes, durante y después de la intervención, midiendo los parámetros de confort y consumo energético, así como los de funcionamiento y uso de la instalación solar térmica. En la operación ha prestado su apoyo el Grupo de Termotécnia de la Universidad de Sevilla.

Además cuentan con un sistema de monitorización on-line y en tiempo real que permite conocer el correcto funcionamiento de la misma en cada momento, vivienda a vivienda.

En el caso 2) las actuaciones que se exponen tienen especial interés por la solución de cubierta adoptada en ellas, “cubierta activa”, siendo la segunda, una variante de la primera. La cubierta activa es un concepto que fue desarrollado en el marco de un proyecto de investigación de la Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía, a través de la Agencia de la Obra Pública de Andalucía durante el periodo 2014-2016, y cuyo investigador principal es Servando Álvarez de la Universidad de Sevilla, y que ahora se está materializando a través de dos pilotos: 150 viviendas en Mengíbar y 36 viviendas en Núcleo Guadalquivir en Camas.

En la rehabilitación de las 150 viviendas de Mengíbar (Jaén) se ha sustituido la cubierta inclinada existente por una cubierta plana, con cámara ventilada, que persigue enfriar en forjado de última planta, mediante la evaporación del agua micronizada a través de una corriente de aire forzada. Con ello se persigue reducir la demanda de refrigeración.

En la actuación de las 36 viviendas en Núcleo Guadalquivir 1 en Camas, Sevilla se está desarrollando una solución de cubierta también innovadora en uno de los bloques, que se podría considerar como una evolución de la solución llevada a cabo en la actuación de Mengíbar. Esta cuenta con ventilación activa que refrigera el paquete de cubierta a través un flujo de aire forzado, refrigerado gracias al cambio de estado del agua aportada, pasando ésta de líquido a gas, lo que permite reducir las necesidades de refrigeración del edificio de forma muy notable.

Para el control y seguimiento de ambas actuaciones se ha diseñado también un plan de monitorización y seguimiento, on-line que permite analizar su comportamiento, en tiempo real y en remoto, y, en el caso de la de Camas, comparar sus resultados con los de los portales similares que no llevan este tipo de cubierta para demostrar su correcto funcionamiento.

Además, la actuación de Camas supone la puesta en marcha de la primera actuación que, en materia de vivienda pública de titularidad autonómica, se va a ejecutar por parte de AVRA aplicando la metodología BIM. Este sistema de trabajo persigue aumentar la calidad de los proyectos, reducir los costes, optimizar la dirección de obra y facilitar el mantenimiento posterior de los edificios. En concreto se ha planteado un sistema híbrido que permita enriquecer al proyecto con las ventajas de la metodología BIM, desarrollando en éste los elementos más sensibles de la intervención. Está previsto que, una vez redactado ya el proyecto, en el proceso de licitación de obras se incluya un Anexo en el que se requieran ciertos aspectos utilizando la metodología BIM.

Con este tipo de actuaciones se presta especial atención al desarrollo de medidas innovadoras de construcción sostenible dirigidas a viviendas sociales, así como a las actuaciones integrales en barrios, fomentando de esta manera, la descarbonización del parque público de viviendas y la lucha contra la pobreza energética en aquellos colectivos vulnerables en los que la reducción del gasto energético y la mejora del confort, la salud y la habitabilidad pueda tener un mayor impacto.